El instrumento montado en Seúl por personal de la Comisión Nacional de Energía Atómica es clave a la hora de enfrentar ciertos tipos de cáncer como el melanoma (de piel) y otros que afectan cerebro, cabeza y cuello, hígado y pulmón.
Investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) viajaron a Corea del Sur para llevar a cabo la primera etapa del montaje y armado de un acelerador de protones de alta corriente, un instrumento clave para el desarrollo de una técnica innovadora utilizada para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.
«Un acelerador es una máquina capaz de acelerar (de ahí su nombre) es decir darle mucha energía a partículas cargadas eléctricamente, como es un átomo de hidrógeno ionizado (que no es otra cosa que un protón)», explicó a Télam el investigador Andrés Kreiner, subgerente de Tecnología y Aplicaciones de Aceleradores en CNEA, el área involucrada en el desarrollo.
Y continuó: «Nuestro acelerador trabaja con campos eléctricos que son capaces de entregarle energía a los protones (átomos de hidrógeno ionizados que son aquellos a los cuales se les ha quitado su único electrón y por ende tienen carga eléctrica neta). La alta corriente alude a la corriente de protones».
Kreiner, investigador superior de CNEA y Conicet, detalló que «se necesitan altas (grandes) corrientes para generar las reacciones nucleares con suficiente intensidad como para poder realizar el tratamiento».
Estas reacciones nucleares producen neutrones que son los que se usan en la Terapia por Captura Neutrónica en Boro (BNCT), que es un tipo de radioterapia que está indicada para el control local de algunos tumores sólidos (aquellos que afectan tejidos del organismo, excluyendo los del sistema circulatorio), infiltrantes y muy radioresistentes, que no responden a los tratamientos convencionales.
Puede usarse en caso de melanoma, que es el cáncer de piel más agresivo, y en otros tipos de cáncer (cerebro, cabeza y cuello, hígado y pulmón).
«Se trata de una terapia binaria (en dos pasos): primero se dopa un tumor con 10B (un isótopo estable del boro), que tiene una gran probabilidad de capturar neutrones. Luego se irradia con neutrones (los producidos por el acelerador) y cuando se capturan, en las células cancerosas que absorbieron selectivamente el 10B, se produce una liberación de energía tal que destruye a la célula cancerosa» describió Kreiner.
