Crece la tensión política a dos días de que se venza el plazo para el pronto despacho que presentó el gobernador Rodolfo Suárez para que Alberto Fernández se expida en el conflicto. Mendoza nunca inició formalmente el laudo presidencial.
Una frase del ministro del Interior de la Nación, Wado de Pedro, tensó más el clima político que impera poco antes de que se venza el plazo del pronto despacho presentado por el gobernador Rodolfo Suárez en busca de que el propio presidente Alberto Fernández destrabe y aclare el futuro de la obra Portezuelo del Viento.
“Los gobernadores se tienen que poner de acuerdo y aparte ahí hay una cláusula que permite hacer otras obras ¿No tienen otras obras para hacer?”, le habría respondido el ministro a un integrante de la comitiva mendocina que el miércoles participó del acto en San Juan para presentar el clúster de energías renovables. Esa respuesta fue confiada por una fuente al diario mendocino Los Andes.
Estas expresiones del ministro del Interior reforzaron en el Poder Ejecutivo mendocino la sensación de que Nación -finalmente- no inclinaría la balanza a favor de la obra que Mendoza quiere hacer, en medio del conflicto con La Pampa y las otras tres provincias del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, que se han opuesto a su avance.
Mendoza nunca inició formalmente el trámite administrativo del laudo presidencia. ¿Busca una excusa para poder usar el dinero en otras obras y no dar la discusión como perdida?
Impacto ambiental
Hace un tiempo atrás había sido precisamente el Gobierno nacional el que había desempolvado, ya en la gestión de Fernández, una presentación de La Pampa que archivó Mauricio Macri, y que pedía nuevos estudios de impacto ambiental para Portezuelo.
Con estos antecedentes y las palabras del propio Presidente, que en 2020 sostuvo que no estaba de acuerdo en avanzar con Portezuelo en medio de la conflictividad que generaba el emprendimiento, la incertidumbre fue creciendo.
Suárez siguió de todos modos con los trámites previos a la adjudicación de Portezuelo, que estaba encaminada a favorecer a la UTE Malal Hue, consorcio liderado por la empresa china Sinohydro.
Pero a fines de diciembre, ante la versión de que la Nación avalaría el pedido de nuevos estudios ambientales, el gobernador tomó la decisión de exigir vía pronto despacho el laudo de Fernández para despejar todas las dudas. “A nuestro entender, ya se laudó (sobre Portezuelo), pero como la plata no es mía, hay que ser muy prudentes”, explicó en la intimidad el gobernador en ese momento.
El plazo del pronto despacho que llevó Suárez a la Casa Rosada vence este viernes y en el Ejecutivo provincial sólo hay escepticismo sobre lo que va a ocurrir. “Nosotros creemos que algo van a hacer, tal vez el Presidente envíe una nota el sábado”, especulaban ayer en el Gobierno.
En cambio, con Suárez de vacaciones, nadie en su staff quiso referirse al contundente comentario que le hizo De Pedro al enviado mendocino a San Juan.
La escueta y dura afirmación que le arrancó al ministro del Interior el integrante de la comitiva mendocina, tal vez sea la única señal política que por estas horas hay en Mendoza sobre la postura que Nación va a tomar en el conflicto por la construcción de la represa hidroeléctrica.