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«No habrá guerra si depende de Rusia»

El gobierno ruso afirmó que rechaza la posibilidad de un enfrentamiento bélico con Estados Unidos por el conflicto de Ucrania. A pesar de su posición pacifista, aclararon que tampoco van a permitir que sus intereses «sean burdamente ultrajados, ignorados».

El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, afirmó este viernes que quiere que se imponga la diplomacia y «no la guerra» después de que Estados Unidos pidiera a Rusia que «vuelva a la mesa de negociaciones» y abrió la posibilidad de recibir al presidente de Ucrania.

«Hemos elegido la vía de la diplomacia desde hace muchas décadas», declaró el funcionario en una entrevista difundida por varias radios y televisiones rusas. «Hay que trabajar con todo el mundo, ese es nuestro principio», subrayó.

«Si depende de Rusia, no habrá guerra. No queremos guerras. Pero tampoco vamos a permitir que nuestros intereses sean burdamente ultrajados, ignorados», añadió.

El Kremlin además dijo estar dispuesto a recibir al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en Moscú o en cualquier otra ciudad de su territorio para abordar la normalización de las relaciones entre los dos países.

«Si Zelenski quiere debatir la normalización de las relaciones bilaterales, que se ven afectadas por las acciones unilaterales de su régimen, (…) estamos dispuestos. Por favor, que venga a Moscú, Sochi, San Petersburgo, a donde sea que se acuerde», dijo Lavrov en una entrevista reproducida por la agencia de noticias Sputnik.

Al menos 100.000 militares rusos están concentrados en la frontera con Ucrania desde finales de 2021, según estimaciones de países occidentales, que temen que Moscú invada Ucrania, un país aledaño, con un gobierno prooccidental.

El Kremlin siempre negó esa posibilidad, pero se considera amenazado por la expansión de la OTAN de estos últimos veinte años y por el apoyo que los países occidentales dan a Ucrania.

El Kremlin reclama que la OTAN deje de expandirse, sobre todo con una eventual adhesión de Ucrania, y pide un repliegue militar a las posiciones de 1997.

Estados Unidos y la Alianza Atlántica rechazaron formalmente esas peticiones el miércoles, pero abrieron la puerta a reanudar las negociaciones sobre los límites recíprocos al despliegue de misiles de corto y medio alcance de las dos potencias nucleares en Europa, y a los ejercicios militares en las cercanías del rival.

Rusia se mostró pesimista y dijo que está preparando una reacción, en tanto Estados Unidos le instó a «volver a la mesa de negociaciones».

Lavrov afirmó hoy que había hallado «semillas de racionalidad» en la respuesta occidental, pero aclaró que esto es «en temas de una importancia secundaria».

Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin y el francés Emmanuel Macron, conversarán hoy en un intento de apaciguar aun más las tensiones.

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