El Frente de Todo alcanza el 39,5% de los votos y Juntos por el Cambio, vigorizado por la competencia de cinco listas en estas PASO, llega al 50,4%. Estos datos, escrutados el 66,1% de los votantes, según el centro de cómputos del FdT.
El frente peronista queda alrededor de diez puntos debajo de las cinco listas de Juntos para el Cambio en las PASO de este domingo. El punto de partida para la pelea definitiva de las elecciones de noviembre encuentra al oficialismo con una cuesta a remontar. En el antecedente más próximo, hace cuatro años, pudo hacerlo. Esa será la principal incógnita de las elecciones legislativas definitivas.
Apenas se cerraron las escuelas, los fiscales del oficialismo admitieron rápidamente que la lista del Frente de Todos alcanzará un porcentaje de alrededor del 40%, mientras que las cinco variantes de Juntos por el Cambio que compitieron en las internas, sumarán un poco más del 50% de los votos válidos.
Ese domingo, con el 66,1% de los votos escrutados, la diferencia es de 11 puntos. El Frente de Todos tiene 39,5%, con 49.291 sufragios; y las cinco listas de Juntos por el Cambio 50,4%, con 62.860 votos.
La diferencia más marcada a favor de Juntos por el Cambio se registró en General Pico. En Santa Rosa aguardan una leve luz del Frente de Todos. Toay mantuvo una diferencia al oficialismo. En General Acha la coalición opositora dobló al oficialismo: Juntos por el Cambio sacó 4.316 votos (sumadas las cinco listas) y el Frente de Todos 2.158.
La tendencia se marcó claramente en los resultados de las primeras mesas que difundieron las coberturas radiales. Por ejemplo, en General Pico la primera mesa que se difundió fue una de la Escuela 57, donde el Frente de Todos sacó 82 votos y la lista que encabeza a senadores Daniel Kroneberger 87 y la que lidera «Poli» Altolaguirre 34.
En la primera que se conoció en Santa Rosa, la lista de Kroneberger sacó 64 votos, la de Altolaguirre 46 y la del Frente de Todos, 110. En la primera mesa escrutada en el colegio Nervi de Santa Rosa, el Frente de Todos sacó 91 votos y Juntos por el Cambio, 103 votos.
La alianza de derecha vuelve a quedar arriba del oficialismo en las PASO, como ocurrió hace cuatro años. En esa oportunidad, en 2017, Cambiemos había conseguido un 49,21% (más de 95 mil votos) y el peronismo pampeano había quedado en 38,51% (más de 74 mil votos).
Sin embargo, en aquel momento, en la general el peronismo remontó una diferencia de 20 mil votos y se quedó con el triunfo final, aunque por un margen muy escueto: solo por 76 votos.
Ahora el escenario planteado será parecido, y el oficialismo tendrá el objetivo de remontar la cuesta de acá a noviembre.
En el bunker electoral del Frente para Todos de la calle San Martín, en Santa Rosa, las caras largas fueron evidentes desde temprano. A las 21 horas está prevista una conferencia de prensa para admitir el revés, hacer una lectura y fijar una primera línea de la estrategia que tendrán para noviembre.
El gobernador Sergio Ziliotto había advertido hace un par de semanas que al peronismo no le gusta «perder ni en los amistosos». Esa fue una manera de arengar a la tropa en la previa. El presidente del PJ queda preso de sus propias palabras y tendrá que asumir un revés, que puertas para adentro se admite que no era inesperado, con una revancha en un horizonte cercano.
Las listas de Juntos por el Cambio sacaron más votos y eso es inocultable.
El peronismo ya sabía, de todas formas, que nunca una elección de medio término le fue sencilla. Con Verna ganó más cómodo en 2009, pero por menos de 4 puntos. Después, siempre fueron “palo y palo”.
Sin dudas, el hecho de que haya 5 listas en Juntos por el Cambio arrastró hacia esa vereda algunos entusiasmos: la atracción de incidir en una pelea de fondo.
El peronismo jugó a ganar el “amistoso”, no había otra opción, pero tendrá que levantarse del piso, sacudirse las pilchas, y rearmar fuerzas para la definitiva de noviembre.