En una gala realizada en el Palau de Les Arts Reina Sofía, en Valencia, una pareja de chefs argentinos consiguió dicha distinción que otorga la Guía Michelin España y Portugal por su restaurante ubicado en esa ciudad española.
Se trata de la cordobesa Carito Lourenço, quien junto a su marido, el también chef Germán Carrizo, mendocino, son dueños del restaurante Fierro en la localidad de Valencia, España. El martes pasado, en una gala realizada en el Palau de Les Arts Reina Sofía, en Valencia, la pareja de chefs argentinos recibió una estrella Michelin, considerada el Oscar de la gastronomía, por su restaurante ubicado en esa ciudad española.
De esta forma, Lourenço, cordobesa formada en Mendoza,se convirtió en la primera mujer argentina en conseguir dicha distinción que otorga la Guía Michelin España y Portugal, que ya habían alcanzado otros colegas suyos en Europa. El más reconocido es sin lugar a dudas Mauro Colagreco, famoso por su restaurante Mirazur de la Costa Azul francesa, con tres estrellas, pero también está el caso de Paulo Airaudo en San Sebastián, con dos.
Formados como cocineros en el Escuela Internacional Islas Malvinas, de Mendoza, bajo el paraguas académico de la Universidad Juan Agustín Maza, el dúo emigró a España en 2006 y trabajó para el reconocido cocinero Quique Dacosta, que tiene en su haber tres estrellas Michelin en su restaurante El Poblet. En 2015 la pareja abrió Fierro con ganas de evolucionar como cocineros y cumplir el sueño que siempre habían perseguido: tener un comercio propio.
“Conseguir una estrella Michelin para nuestro restaurante es la recompensa a muchos años de sacrificio y dedicación a la cocina. Los últimos dos años han sido una prueba de fuego para nosotros y para todo el sector, por ello, estar celebrando esto hoy nos parece un premio a compartir con todos nuestros compañeros”, aseguró Carrizo en declaraciones a Télam.
En tanto, “Carito”, como la llaman sus conocidos, apuntó que su deseo “es que esta estrella luzca bien fuerte allí también en Argentina donde están nuestras familias y nuestros orígenes que forman igualmente parte de nuestra propuesta en Fierro.En nuestro menú siempre hay reminiscencias. Nuestro camino a lo mediterráneo siempre incluye el origen, ya que es un camino que iniciamos allá”.Fierro es un espacio de 57 mts² para solo 12 personas (Instagram)
Fierro es un espacio de 57 mts² para solo 12 personas que ofrece una propuesta “única en España”. Hasta la llegada de la pandemia el restaurante contaba con una mesa única para compartir, pero desde el año pasado tiene el espacio distribuido con 4 mesas para un total de 12 comensales debidamente separados. Sin embargo, el estilo original se respetó, porque en un solo ambiente los comensales comparten una experiencia en común donde en ese espacio se transita por el camino hacia la gastronomía mediterránea que es el hilo conductor de la cocina de Fierro.
El atrevimiento de prestigiosa cocinera en la puesta en escena se aprecia perfectamente en sus platos, cada vez más arriesgados, pero también más madurados. Lo que el cliente se va a encontrar en el establecimiento son 15 años de experiencia cocinados a fuego lento.
Para la pareja, “Fierro es el Mediterráneo, es Argentina, pero también muchos lugares del mundo. Actualmente nuestro menú parte de sabores que recuerdan a nuestra tierra, pero revisionados desde el producto local mediterráneo y técnicas aprendidas de nuestros viajes alrededor de las cocinas del mundo”.
La brasa y el fuego como identidad, manteniendo su origen de la gastronomía argentina pero conectados a lo mediterráneo, son el alma de su propuesta, con los sabores y recetas familiares reinterpretados desde una perspectiva única y personal, y con el toque gourmet de alto vuelo.El atrevimiento de prestigiosa cocinera en la puesta en escena se aprecia perfectamente en sus platos, cada vez más arriesgados, pero también más madurados (Instagram)
Sin embargo, fue durante las grandes reuniones familiares de fin de semana en casa de sus abuelos que la chef argentina inició su relación con los fogones. La primera influencia fue repostera, gracias a sus tías y su madre. En poco tiempo Carito también participaba con sus propia receta, su primera tarta de limón de merengue italiano, asistida por el amor y la paciencia de ese increíble grupo de mujeres.
Siempre de personalidad inquieta, fue cuando estaba realizando el curso pre-universitario para ingresar a la facultad de derecho que decidió que su vida estaba en la cocina. Cuando dio la noticia en casa fue gratamente sorprendida con el completo apoyo familiar. Ella sabía lo que quería: viajar, conocer y aprender de las distintas culturas que hay en el planeta.
Sin pensarlos dos veces, recién graduada y con apenas 21 años se lanzó a la aventura de “cruzar el charco” hasta España. Allí estudió un postgrado en Dirección de Cocina y Pastelería y un Máster en Gestión de Alimentos y Bebidas en el Centro Superior de Hotelería y Turismo de Valencia donde conoció a Germán y desde entonces se volvieron inseparables.
Definitivamente Carito Lourenço es una chef a la que hay que mantenerla a la vista. Su estilo particular y su increíble talento están logrando llamar la atención de la comunidad culinaria mundial.