Los legisladores que responden al gobernador Martín Llaryora buscan incluir en el tratamiento particular de la ley ómnibus la coparticipación del impuesto. “No hay cambios”, aseguran en el oficialismo. Sin embargo, Francos se presentó inesperadamente en el Congreso cerca de las 15 y está reunido con referentes de los bloques dialoguistas
Mientras el tercer día de sesión para tratar la Ley Ómnibus, las negociaciones entre los bloques dialoguistas y el Gobierno para afinar la votación en particular siguen tensas por la insistencia de los diputados cordobeses referenciados en el experimentado diputado Carlos Gutiérrez, mano derecha del ex gobernador Juan Schiaretti durante su último mandato y de vínculo directo con el actual mandatario, Martín Llaryora. Si bien acompañarán el proyecto en general, al igual que el resto del interbloque Hacemos Coalición Federal, ponen limitaciones en la votación particular y piden que se reintroduzcan algunos temas fiscales.
El reclamo por la coparticipación del Impuesto País sigue sobre la mesa para los cordobeses de cara a la la votación en particular, prevista para los próximos días (hoy se vota en general). E insisten en que hubo un preacuerdo con el ministro del Interior, Guillermo Francos, en la controvertida reunión del lunes en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde le pidieron que se reparta el 30% del impuesto que hoy es derivado a las provincias y administrado por las organizaciones sociales, pase a ser gestionado por los gobernadores.
En Gobierno niegan desde esa noche que hayan accedido al reclamo y se mantienen firmes hoy en que no están dispuestos a reintroducir ningún eje del capítulo fiscal que retiraron hace una semana para presionar a las provincias. “No hay más cambios”, dijeron tres funcionarios de peso en el inicio de esta tarde, en referencia a los temas recaudatorios (ayer cedieron con privatizaciones y facultades extraordinarias).
Sin embargo, poco antes de las 15 el ministro del Interior, Guillermo Francos, se presentó en el Congreso sin previo aviso y dirigió al despacho del presidente de la Cámara, Martín Menem, donde también se encontraba el asesor de la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse, Maximiliano Fariña. Luego se sumaron los referentes de los bloques aliados. En distintas etapas, estuvieron el propio Gutiérrez junto a su par cordobés Ignacio García Aresca; Cristian Ritondo y Diego Santilli (PRO); Nicolás Massot, Emilio Monzó (Hacemos), Cintia Caletti (Innovación) y Rodrigo De Loredo (UCR), junto al secretario parlamentario del bloque radical, Alejandro Cacace.
Las conversaciones duraron poco más de una hora y a las 16 Francos emprendió el regreso a su despacho de la Casa Rosada. Si bien es temprano para conocer el resultado de las charlas, la diversidad y el rango de los legisladores que acudieron al llamado del funcionario libertario indican que es un cónclave de peso para el futuro de la ley Ómnibus.
Es la segunda visita de Francos al Parlamento en menos de 24 horas, pero en Balcarce 50 siguen diciendo que tanto ayer, junto a su vice, Lisandro Catalán, como hoy, sólo fueron para “escuchar”. En el caso de Karina Milei, la hermana del Presidente, que también se presentó en el Parlamento inesperadamente anoche, fue para “monitorear la situación” con Martín Menem, aunque la secretaria general también se encontró con el titular de PRO, Cristian Ritondo, uno de los dialoguistas más proclives a aceptar el dictamen tal como quedó planteado hasta anoche.
En contraste con los gobernadores de JXC, que están para votar después de los cambios de anoche, desde la administración cordobesa mostraron fastidio ante la postura ante los reclamos por la recaudación. “Es muy difícil negociar con el oficialismo después del bochorno del CFI. Fue el único tema que se trató y en el Gobierno salieron a decir que no se había hablado. Deslegitimaron la figura de Francos”, indicaron desde el gobierno cordobés, decepcionados por la imposibilidad de generar una mesa de negociación.
La propuesta que ofrecen los cordobeses es que el 30% de coparticipación que pertenece a las provincias se dividan en un 21% para cada provincia y el 9% para el RENABAP, que es el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana. Pero la negociación no evoluciona. “No hay nada para las provincias. Nos van a sacar el superávit de las provincias para menguar el déficit de la Nación”, se quejaron.
Esos diputados sondearon la posición del bloque de Unión por la Patria (UP) para apoyar la inclusión del Impuesto País en la discusión parlamentaria, pero no tuvieron éxito. “No tienen consenso en el bloque. Además, nosotros no cambiamos votos por plata”, deslizó, picante, un importante legislador peronista. La bancada que conduce Germán Martínez votará en contra del proyecto al que viene oponiéndose desde el comienzo, por lo que en el oficialismo no los cuentan como parte de la negociación.
Mientras los cordobeses aumentan la tensión con el oficialismo, Javier Milei permanece en Olivos, donde monitorea el debate en soledad. No tiene planeado ir a la Casa Rosada, ni suspender, por las intrigas políticas, el viaje que tiene previsto para mañana a Mar del Plata para visitar a su novia, la actriz Fátima Flores, por su cumpleaños.
Esta tarde se vota en general, y en el Ejecutivo se muestran optimistas. Pero, cuando se discuta la ley Ómnibus en los capítulos en particular -el tramo más preocupante para el Gobierno- probablemente el jefe de Estado se encuentre en La Feliz (si es el sábado), o fuera del país (si se posterga para la próxima semana). Es que el lunes viaja a Israel, el primer destino de la gira que lo llevará también a Roma y al Vaticano, donde se reunirá con el Papa.
“Los bloques no están ordenados, no son uniformes. Ya no vamos a ceder nada más, vamos a ir a votar y que salga lo que salga”, dijeron en la Nación, visiblemente cansados de los tironeos y las versiones cruzadas. Hoy no está previsto que vaya ninguno de los referentes más relevantes del Gobierno. Pero tampoco estaba planeado ayer, y terminaron entrando por el ingreso de Riobamba el ministro del Interior y la mano derecha de Milei. En la compleja negociación entre oficialismo y opositores aliados no se descarta ningún escenario.