La Casa Rosada y las provincias pulsean por hasta 1,1 billones de pesos de reparto de recursos. Javier Milei pisó casi por completo los envíos no automáticos a las provincias
Esta semana continuará la pulseada entre la Casa Rosada y los gobernadores en el marco de la discusión, artículo por artículo, de la ley ómnibus. Existen, en esa mesa, unos 2 billones de pesos para ser negociados. Se trata de los ingresos que recibirá este año la Nación por el impuesto PAIS, que ganó terreno en los últimos años en la recaudación tributaria y que las provincias quieren que sea coparticipable.
La puja sobre la versión final del megaproyecto de ley que tenga media sanción en Diputados estará enmarcada en ese ida y vuelta entre el Gobierno nacional y los gobiernos provinciales, con más tirantez que distensión. El Poder Ejecutivo busca juntar los votos necesarios, en el debate que arrancará el martes, con los diputados que tienen terminal política en los gobernadores. Hay distintos elementos en esa negociación, entre ellas las facultades delegadas y la privatización de empresas públicas. De fondo, el toma y daca con los mandatarios provinciales sigue marcada por los fondos presupuestarios.
Freno
En lo que va de mandato de Javier Milei, el gobierno nacional pisó el freno de una manera casi total sobre las transferencias discrecionales a las provincias, es decir aquellas que no están contempladas en el goteo automático diario de la coparticipación. En un escenario macroeconómico de recesión, la recaudación de impuestos -nacionales pero también los provinciales que están atados al nivel de actividad como Ingresos Brutos- podría sufrir una caída en términos reales que ahogue financieramente las arcas de las gobernaciones. Por esa razón, la discusión entre la Nación y las provincias gira en torno de los poco más de 2 billones de pesos (1,5% del PBI, en estimaciones del economista de Iaraf, Nadin Argañaraz) que recaudará este año la Nación por el impuesto PAIS.
El gobierno nacional pisó el freno de una manera casi total sobre las transferencias discrecionales a las provincias, es decir aquellas que no están contempladas en el goteo automático diario de la coparticipación
Creado en 2020 por la administración de Alberto Fernández en su primer paquete de leyes enviado al Congreso, el PAIS es un impuesto cuya recaudación no se reparte con las provincias. Tuvo en principio un alcance limitado a la compra de dólares o consumos en divisas y pasó a ser parte del elenco estable del repertorio tributario argentino con un alcance cada vez mayor. Tanto así que en enero -con casi $470.000 millones– fue el quinto impuesto por recaudación de la AFIP, por detrás de IVA, Ganancias, Seguridad Social y los derechos de exportación (estos últimos también no coparticipables).
El impuesto PAIS le aportaría 0,8% del PBI al plan fiscal de déficit cero que tiene Luis Caputo para este año. REUTERSREUTERS
El impuesto PAIS creció 1.252% de forma interanual y 50% en comparación el mes anterior. En diciembre, como parte de las medidas que tomó el ministro de Economía Luis Caputo en el inicio del gobierno libertario, el tributo tuvo un aumento que explica ese salto tan pronunciado: la alícuota que pagaban las importaciones, de 7,5% en general con excepciones, pasó a ser de 17,5% para prácticamente todos los casos. “Durante enero aumentó 25% en términos reales respecto al mes de diciembre y se ubicó en un máximo real”, estimó Argañaraz.
“La reforma al impuesto a las Ganancias ocurrida a mediados de septiembre del año pasado, al calor del proceso electoral, horadó los ingresos tributarios nacionales en 0,19% del PIB en el trimestre de 2023 y lo haría por 0,83% del PIB, si no hay reversión, durante todo el año 2024. Dado que se trata de un impuesto provincias por 0,11% del PIB en 2023 y lo haría por 0,48% del PIB en 2024″, planteó por su parte un informe de Fundación Mediterránea, para graficar el punto de partida complejo en términos fiscales con el que arrancaron el año las provincias.
Es en ese marco que el planteo provincial de coparticipar el impuesto PAIS -y en qué proporción- fue parte de la esgrima política y parlamentaria reciente, que continuará esta semana. En rigor, el PAIS se reparte, en un 70% a las arcas del Anses y en un 30% a un fondo de construcción de viviendas sociales. Si los 2,1 billones de pesos que estimó Iaraf fuesen incluidos en la distribución primaria de la coparticipación (56% para provincias y 44% a Nación), los gobernadores se llevarían un máximo de 1,1 billones.
Para Argañaraz, con solo repartir a las provincias el 30% del impuesto PAIS, las provincias ya quedarían “compensadas” por la pérdida de Ganancias del año pasado. “Dado que por la reforma de la cuarta categoría de ganancias las provincias perderían 0,48% del PIB, el 30% de la recaudación del impuesto PAIS prácticamente las compensaría. Más allá que el impuesto PAIS vence a fin de año y que sería un mal paso coparticiparlo, en la puja por el reparto de la recaudación la clave es el destino del 30% de su recaudación. Para eso hay que partir de la asignación actual de ese 30%, que son obras en las provincias y CABA, a través de instituciones que no dependen de los gobiernos provinciales”, indicó el economista cordobés.
Un ingrediente adicional: un eventual reparto federal del impuesto PAIS colisionaría de frente con un compromiso asumido por el Gobierno nacional ante el FMI. El informe técnico conocido la semana pasada refleja que las conversaciones entre Economía y el staff del Fondo incluyó como mojones en la hoja de ruta la eliminación de ese tributo a fin de año. El equipo económico también le aseguró a los técnicos del organismo que la caída del capítulo fiscal de la Ley Ómnibus no quita que en un futuro cercano el Ejecutivo insista en la reversión de Ganancias. Habría, de prosperar, una salida para evitar que el impuesto PAIS ingrese en la coparticipación, pase a formar parte de los ingresos corrientes de los gobernadores y su eliminación sea, el día de mañana, más compleja.
El reparto de fondos en lo que va de 2024
En lo que va del año las transferencias automáticas y discrecionales experimentaron marcados recortes por parte del Gobierno nacional. “Las transferencias automáticas de recursos de origen nacional (coparticipación, leyes especiales y compensación del Consenso Fiscal) enviadas al consolidado de provincias y CABA totalizaron en el mes de enero 2024 unos $2.290.926 millones, siendo la primera vez que superan los 2 billones de pesos aunque con fuerte influencia inflacionaria”, señaló un informe de Politikón Chaco, especializada en finanzas provinciales y que es dirigida por Alejandro Pegoraro.
La discusión entre la Nación y las provincias gira en torno de los poco más de 2 billones de pesos que recaudará este año la Nación por el impuesto PAIS
“En la comparación contra igual mes del 2022 muestran una variación nominal del 213,3% (en enero de 2023 los envíos fueron por $731.126 millones). Sin embargo, al descontar la inflación del mes de análisis (proyectada en 23,9% según proyecciones privadas y propias), la variación real mostró un fuerte retroceso del 13,9%, siendo esta la quinta al hilo y el tercer mes consecutivo donde la baja es de doble dígito”, planteó.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) midió, por su parte, que respecto a las transferencias no automáticas “en enero las provincias recibieron $13.322 millones (crédito pagado), lo que implica una caída interanual nominal de 91% y una caída real de 98 por ciento. Si se considera el gasto devengado se observó una suba nominal del 36% y una caída real del 62 por ciento. Todas las jurisdicciones tuvieron una caída interanual real en el gasto pagado. Las menores caídas se observaron en Corrientes (-26%), Chubut (-30%) y Córdoba (-92 por ciento). Respecto al gasto devengado, 4 jurisdicciones tuvieron una suba interanual real. Santiago del Estero (44%), Catamarca (37%), Misiones (19%) y La Rioja (4%)”, concluyó.
Para poner en contexto, Ieral, de la Fundación Mediterránea, estimó que “las transferencias discrecionales representaron un 12% del total de transferencias en 2023, y de ellas las transferencias para gastos corrientes explicaron un 8% del total de transferencias, y los envíos para gastos de capital un 4% del total”.