Consumen pero no acuden al sistema de salud. Cada vez se inician antes. El alcohol, una droga legal, el principal problema. Igual, crecen las drogas prohibidas y bajan las legales. La radiografía del consumo de drogas en La Pampa, a partir de un relevamiento oficial.
El consumo de drogas prohibidas creció en la provincia, mientras baja el de drogas legales. De todos modos, el alcohol sigue siendo el principal problema. Y las personas que tienen consumo problemático acceden poco al sistema de salud. Tambien sigue bajando la edad promedio de iniciación.
Estas son algunas de las conclusiones del informe preliminar que difundió el Observatorio Provincial de Drogas de la Subsecretaría de Salud Mental y Adicciones de La Pampa, en base al «Estudio sobre Salud Pública, Consumos de sustancias y Representaciones Sociales”. El relevamiento buceó en patrones de consumo, percepción del riesgo, representaciones sociales, estrategias de cuidado y el perfil sociodemográfico de personas usuarias de drogas -legales e ilegales- en la población a partir de los 12 años en la provincia.
La muestra se tomó entre junio y diciembre del año pasado. Está compuesta de 1.118 casos. En las conclusiones del informe preliminar, el Observatorio mencionó algunos de los principales datos de interés.
Alcohol, tabaco y marihuana, desde los 15
En primer lugar, desde el Observatorio indicaron que, comparados con los datos del estudio nacional desarrollado por OAD/SEDRONAR (2017), se puede establecer que coinciden las principales sustancias consumidas (alcohol, tabaco y marihuana), así como también la edad de inicio en los consumos.
En el mismo sentido, la edad de inicio de los consumos en la provincia de La Pampa según el estudio comienzan a los 15.9 años, mientras que los datos del estudio nacional (2017) dan cuenta que comienzan entre los 16 y 20 años, dependiendo la sustancia (Ver nota aparte).
Así mismo, al momento de analizar las prevalencias del último año y mes en ambos estudios, los datos dan cuenta que, como se mencionó anteriormente, si bien las sustancias consumidas son las mismas, los resultados arrojan mayores indicadores de consumo de drogas ilegales, como marihuana y pastillas sin prescripción médica, en tanto las drogas legales (alcohol y tabaco) no evidencian grandes variaciones en relación a las prevalencias mencionadas (último año y mes).
Otro elemento de interés que cita el Observatorio remite a ciertas diferencias entre la percepción que las/os encuestadas/os tienen sobre el propio consumo con lo que suponen o piensan en relación a los consumos fuera de su vida privada. En este sentido, las personas encuestadas (independientemente que hayan probado o no alguna sustancia en la vida) creen que se consume más alcohol y marihuana en la provincia que lo que las/os encuestados manifestaron consumir efectivamente.
Esto es así en tanto que el consumo de alcohol representa un 29.8% dentro de la percepción de la sustancia más consumida en la provincia, mientras que quienes manifestaron efectivamente haber tomado alcohol alguna vez en la vida representó un 27.9%.
Caso similar en relación a la marihuana, pero con una diferencia mayor, siendo de 23.1% la percepción de quienes respondieron y 16.9% de quienes efectivamente refieren haber consumido marihuana alguna vez en la vida.
Caso contrario sucede con el tabaco, que aparece subrepresentado en la percepción de las/os encuestados, que aún siendo una de las sustancias más consumidas en la provincia, pero representa en ese imaginario un 26.1%, mientras que dentro de quienes sí manifestaron haber consumido drogas representa el 47.5% dentro de las sustancias más consumidas.
Consumos problemáticos, sin asistencia
Así mismo, también se observa un dato de interés en relación a la percepción de problemas ligados a los consumos. En este sentido, si bien la mayoría de las/os encuestadas/os manifestó que el consumo no les trae aparejado ningún tipo de problema, quienes sí reconocieron que se asocian a problemas (económicos, de salud, vinculares, entre otros), manifiestan no haber demandado asistencia/atención dentro del sistema de salud mental.
El estudio previo del Observatorio Provincial (2020) sobre consumos problemáticos de sustancias, “Consumos problemáticos de sustancias: Análisis exploratorio sobre estrategias de abordaje y accesibilidad a los centros asistenciales de salud en la provincia de La Pampa. 2019- 2020”, arroja algunos resultados que consideran útiles como aspectos que contribuyan a enriquecer el análisis del estudio actual.
En este sentido, los/as trabajadores/as de los dispositivos de salud de la provincia refieren recibir demanda de atención sobre problemas ligados a consumos de las principales sustancias como alcohol, tabaco y marihuana, las cuales guardan correspondencia con las sustancias que los/as usuarios/as manifiestan haber consumido en el actual estudio “Salud Pública, Consumos de sustancias y Representaciones sociales”.
Según el Observatorio, estos datos resultan de interés, en tanto aportan información para el diseño de estrategias para mejorar la accesibilidad de los servicios de salud respecto de los problemas asociados a las sustancias más consumidas. El estudio actual aporta además datos cualitativos que describen de forma completa patrones de consumo referido a las circunstancias o contextos en que las personas consumen. Los mayores porcentajes de respuestas indican que los contextos más frecuentes de consumo suceden en eventos sociales, mientras en otros están ligados a afrontar la percepción subjetiva relacionada con estados de ansiedad, angustia, depresión, entre otros.
En este sentido, los expertos advirtieron que resulta una información de interés que aporta al diseño de estrategias en materia preventiva, desde una perspectiva de reducción de riesgos y daños, especialmente para la intervención en eventos sociales, fiestas nocturnas, fiestas populares, lugares turísticos y en definitiva en aquellos lugares de mayor circulación de personas.
Patrones de consumo
Dentro del total de la muestra, el 70.9% manifestó haber consumido al menos una vez alguna vez en la vida algún tipo de droga, sea legal o ilegal. Al momento de analizar lo referido a las prevalencias del último año y del último mes, los datos dan cuenta que en el último año, dentro del total de la muestra el 68% manifestó haber consumido alguna droga, mientras que un 68.6% declaró haberlo hecho durante el último mes.
Dentro de las prevalencias de consumo del último año, los datos dan cuenta que las sustancias más consumidas fueron las mismas aunque sí varió la proporción entre el último año y el último mes, cómo ser un leve descenso en relación al consumo de las sustancias más consumidas como el alcohol, tabaco y marihuana.
Otro elemento de interés para el estudio remite a las sustancias que las/os encuestados manifestaron haber consumido al menos una vez en su vida -prevalencia de vida- En este sentido, la droga más consumida (como mínimo una vez) fue el alcohol en un 94,4% de los casos, seguido del tabaco en tanto el 71.1% de las/os encuestados manifestó haber consumido al menos una vez en la vida, y en tercer lugar la marihuana en un 50.1%.
Otro elemento de interés que se le preguntó a las/os encuestados remitió a las 3 principales sustancias -sean legales o ilegales- que más consumen de manera regular/habitual, siendo las principales el alcohol (89.1%), el tabaco (52.5%) y el tercer lugar la marihuana (31.8%).
Otro elemento de interés remite a qué porcentaje ocupa cada sustancia dentro del total de drogas que manifestaron haber consumido al menos una vez, independientemente si sean o no las más consumidas por las/os usuarios. En este sentido, en coincidencia con los datos del estudio nacional del 2017, las sustancias que más se consumieron fueron el tabaco, el alcohol y la marihuana, en un 47.5%, 27.9% y 16.9% respectivamente.
La oportunidad: eventos sociales y angustias
Un último aspecto que contribuye a la caracterización de los patrones de consumos de sustancias -legales e ilegales- en la población general dentro del territorio pampeano a partir de los 12 años remite a las circunstancias o contextos en que se desarrollan los mismos.
En este sentido, la mayoría de las/os encuestadas/os que conformaron la muestra realizan sus consumos dentro de eventos sociales en un 77%, siendo la segunda situación causas ligadas a aspectos de la salud mental, como ser ansiedad, angustia o depresión -entre otros- en un 35.3%
En tercer lugar, otro momento significativo remite a que un 21.4% manifestó que no hay circunstancia particular para que se desarrollen los consumos, seguido muy de cerca (21.2%) por el momento en que finalizan la jornada laboral y/o educativa.
Legales bajan, ilegales suben
A modo de comparación en relación a la prevalencia de vida entre el presente estudio provincial y los datos de la investigación nacional (2017), el estudio da cuenta que algunas sustancias evidencian una reducción en cuanto a su consumo, como ser el alcohol y el tabaco, mientras que otras aumentaron como ser el caso de la marihuana, las pastillas sin prescripción médica y la cocaína.
En otras palabras, los datos dan cuenta que en relación a la prevalencia de vida se evidencia un descenso en cuanto al consumo de drogas legales y un aumento en cuanto a las ilegales.
¿Cómo influyó la pandemia?
El estudio recolectó información acerca de la percepción de problemas que tienen las/os usuarias sobre el propio consumo, estrategias del cuidado desarrolladas y la relación entre los consumos en el contexto de pandemia. La respuesta mayoritaria fue que la pandemia no generó ningún tipo de cambio (27.3%).
Entre quienes sí declararon que la pandemia generó cambios en sus consumos, los principales fueron la reducción en cuanto a la cantidad de las sustancias consumidas (16.6%), mientras que un porcentaje apenas menor manifestó que la pandemia implicó un aumento en sus consumos (15.6%).
Percepción del consumo
Respecto de la percepción de las/os usuarias/os acerca de los problemas asociados a sus consumos, los datos dan cuenta que la mayoría (un 72.5%) manifestó que sus consumos no le traen ningún tipo de problemas. Mientras que los que admiten problemas, dicen que tienen consumo de cantidades mayores a las deseadas (25.3%), problemas vinculares en relación a familiares, amistades, etc. (21.3%) y problemas en la salud (18.4%).
En relación a las representaciones sociales de la totalidad de las personas que conformaron la muestra, se preguntó sobre cómo perciben los consumos de sustancias, tanto en su ámbito íntimo/familiar como así también en los ámbitos que más frecuenta (laboral, educativo, recreativo, entre otros).
El 34.2% manifestó que en su ámbito íntimo/familiar el consumo de sustancias psicoactivas, sean legales o ilegales es “algo habitual”, mientras que el 30.1% mencionó que es “nada habitual” y un 26% “habitual”, solamente un 9.6% declaró que es algo “muy habitual”.
En relación a la percepción de los consumos en ámbitos de socialización más amplios como el trabajo, el ámbito educativo y recreativo, el análisis de los datos evidencia lo contrario. En otras palabras, cuando se les preguntó sobre cómo consideran los consumos por fuera de los ámbitos más cercanos, las/os encuestadas/os manifestaron en un 36.8% como “habitual” y en un 15.5% “muy habitual”, es decir que consideran que se consume mucho más fuera de los ámbitos más privados/íntimos de socialización.
Respecto de la percepción de las personas encuestadas sobre cuáles son las sustancias más consumidas en la provincia se observa cierta correspondencia entre cuáles se cree que son las más consumidas con las que efectivamente manifestaron haber consumido alguna vez en la vida, aunque no en las mismas proporciones: el alcohol en un 29.8%, seguida del tabaco 26.1%, marihuana en un 23.1% y pastillas sin prescripción médica en un 11.2%.
Autocuidados
Un último elemento de interés del estudio remitió a las principales estrategias de autocuidado que realizan las/os usuarios de sustancias dentro de la muestra. Las principales fueron no manejar bajo los efectos de sustancias (19.6%), volver acompañada/o al lugar de destino si se consumió (15.8%), avisar al llegar a destino (11.1%) y no mezclar distintas sustancias durante los consumos (10.8%).
