Para desalentar el turismo a otros países y la consiguiente salida de divisas, las tarjetas no podrán ofrecer cuotas para ningún servicio turístico en el extranjero
El Banco Central prohibió a las tarjetas de crédito vender pasajes, hoteles o cualquier otro servicio turístico en el extranjero en cuotas a partir de mañana, según una determinación tomada hoy por el directorio de la entidad. Por tal motivo, todos los servicios contratados con el exterior que se paguen con tarjeta de crédito deberán ser saldados en un único pago o financiados con la tasa del 43% fijada para el “pago mínimo” de los resúmenes.
La resolución prohíbe la aplicación de cuotas para el pago de servicios turísticos tanto a las emisoras de tarjetas en forma directa como a través de plataformas digitales o agencias de viajes, según lo establecido por la comunicación A7407 de la entidad.
“Establecer con vigencia a partir del 26.11.21, que las entidades financieras y no financieras emisoras de tarjetas de crédito no deberán financiar en cuotas las compras efectuadas mediante tarjetas de crédito de sus clientes –personas humanas y jurídicas- de pasajes al exterior y demás servicios turísticos en el exterior (tales como alojamiento, alquiler de auto, etc.). ya sea realizadas en forma directa con el prestador del servicio o indirecta, a través de agencia de viajes y/o turismo, plataformas web u otros intermediarios”, señaló la norma del Central conocida hoy.
La oportunidad de la medida no es casual. Mañana se celebra el “Black Friday”, la tradicional jornada de descuentos de toda clase en Estados Unidos que, como es habitual, tiene una versión argentina que incluye a los paquetes turísticos. Por tal motivo, muchos mayoristas de viajes y plataformas digitales que ofrecen pasajes y hoteles habían lanzado múltiples ofertas, incluyendo muchas de hasta 12 cuotas sin interés. La apertura de fronteras en todo el mundo hacía prever una fuerte jornada de ventas de pasajes al exterior.
“La adquisición de pasajes de avión con destino al exterior se podrá financiar con tarjeta de crédito con una tasa de 43%, según una disposición del BCRA”, señalaron desde el Central. Esa tasa es la tasa máxima para el pago mínimo, fijada por el Banco Central para los saldos impagos en tarjeta de crédito hasta $200.000 por tarjeta. Ese monto, tomando la cotización del “dólar solidario” (el tipo de cambio minorista con la carga de impuestos del 65%), equivale a USD 1.140, una cifra moderada para contratar un viaje en el exterior. El monto de $200.000 fue dispuesto en enero de este año, no fue actualizado y desde entonces se acumuló una inflación del 41,8%.
Si el saldo a financiar en el resumen es superior a $200.000, no hay tope en la tasa de interés que puede cobrar la tarjeta, por lo que la financiación será muy costosa. De este modo, los servicios turísticos en el exterior tendrán esta inhibición particular para no ser vendidos en cuotas y la única vía de financiamiento que tendrán será la proporcionada por la propia tarjeta de crédito, algo que los consumidores suelen evitar.
Una fuente del Banco Central sugirió que “los bancos seguramente ofrecerán líneas de financiamiento para estos pasajes, como un crédito personal”. El costo de ese financiamiento, en determinados bancos, puede ser aún superior.
Al mismo tiempo, el BCRA aclaró que “los pasajes de avión con destino dentro del territorio nacional se podrán financiar con tarjeta de crédito dentro de los programas de Ahora 12 impulsados por el Gobierno nacional”.
Reservas en riesgo
Las razones que llevaron al BCRA a tomar esta medida son más que evidentes: la necesidad de desalentar que salgan dólares del país. Aún dentro del amplio muestrario de restricciones cambiarias que registró la Argentina de los últimos 20 años, prohibir la venta de un pasaje al exterior en cuotas representa una medida extrema de la que no había antecedentes y que refleja los temores del Banco Central en cuanto a sus reservas.
Tener una brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar libre o “blue” superior al 100% tiene su costado más negativo en el turismo. De todas las actividades económicas es la menos conveniente en términos de balance cambiario. Y en ambos sentidos. Cuando los argentinos viajan al exterior y utilizan su tarjeta de crédito pagan un dólar “subsidiado”, al precio oficial más los impuestos, que incluso pueden ser parcialmente recuperados.
Por el contrario, cuando los extranjeros vienen a la Argentina, no siempre ingresan sus dólares por el circuito formal: sabiendo que conseguirán $200 pesos por cada dólar si lo cambian en un comercio o en su hotel, ¿por qué desaprovecharían la oportunidad pagando con su tarjeta y recibiendo solamente $100?
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