Un nuevo femicidio ocurrió en Córdoba: es el tercero en el año en esa provincia. El hecho sucedió en el edificio donde trabajaba una mujer en la localidad de Villa del Rosario cuando un hombre asesinó a su ex pareja y luego se quitó la vida.
“Ana María Loza tenía 59 años y cinco hijos, fruto de dos matrimonios. Vivió en Calchín y después se fue a Villa del Rosario, una ciudad vecina en el departamento Río Segundo, a unos 70 kilómetros de la capital cordobesa. Allí consiguió empleo como personal de limpieza en un edificio céntrico. Este lunes, como cada día, Ana fue temprano a su lugar de trabajo a realizar sus tareas habituales. Cerca de las 9, llegó hasta allí Jorge Oliva (64), expareja de Ana y con el que al parecer todavía mantenía un vínculo, aunque ya no formal”, según publicó hoy el diario La Voz.
“Tampoco tenían hijos en común. Dada la confianza que los unía, Ana le abrió la puerta del edificio. Después de una breve conversación, el hombre extrajo un arma y la mató de dos disparos. Luego se quitó la vida. Todo ocurrió dentro del edificio, en el hall central. Un vecino que pasó por allí vio los cuerpos de ambos tirados en el piso y llamó a la Policía. Cuando los efectivos y los médicos del servicio de emergencia local llegaron al lugar constataron la muerte de la mujer y el hombre”, añadió la crónica del matutino cordobés.
Tercera.
Ana se convirtió así en la tercera víctima de femicidio en la provincia de Córdoba en lo que va del año. Las anteriores fueron Eugenia Villarruel, en La Carlota; y Mateo García, en General Levalle. Ambos fueron calificados como violencia de género transversal, es decir cuando la acción se comete para provocar dolor en la mujer a través de un ataque indirecto. En 2023 hubo un total de 16 femicidios en Córdoba.
Desde el lugar del crimen, la fiscal explicó que el desenlace sorprendió a los familiares de la víctima: según dijeron, no había señales de que Ana mantuviera una relación violenta con el victimario. No había denuncias previas.
“Supuestamente tenían una buena relación”, indicaron los investigadores. El único dato que de haberse advertido antes podría haber llamado la atención vino de parte de un familiar del homicida. Dijo que el hombre tenía mal carácter. Otra versión, no confirmada oficialmente, da cuenta de que Oliva había acuchillado a otra expareja.
Este lunes se secuestró el teléfono del victimario. En la fiscalía confían en que allí podrían encontrarse elementos que ayuden a entender el móvil del crimen. También realizaron un allanamiento en su casa.